Hoy en día, en redes sociales, las influencers hablan de la palabra SkinCare en sus historias y publicaciones de Instagram. Pero, ¿sabéis de qué se trata?.
Hoy os contamos en qué consiste y los pasos que hay que seguir para cumplir con el protocolo perfecto.
Skincare es la práctica diaria de mejorar la salud de la piel y mantenerla con vitalidad, utilizando las técnicas específicas y usando los productos adecuados.
No solo se trata de abordar problemas estéticos de la piel, sino de mantener la función barrera de ésta en perfecto estado.
La rutina de cuidado de la piel consiste en seguir una serie de pasos, utilizando ciertos productos, para mantener la piel limpia, hidratada, protegida, y abordar problemas específicos como son el acné, la hiperpigmentación o el envejecimiento prematuro.
¿Qué pasos y qué se necesita para hacer un SkinCare?
Lo más importante, antes de empezar con la rutina, es saber o conocer tu tipo de piel. Identificar si tu piel es sensible, seca, grasa o mixta te ayudará a elegir los productos a utilizar en tu SkinCare.
1. Limpieza: un limpiador facial que elimine la suciedad, el maquillaje o el exceso de grasa acumulado. Hay varios tipos: aceites, espumas, leches y geles.
Este paso es muy importante realizarlo tanto por la mañana como por la noche.
2. Tónico: aplícalo mañana y noche, después de la limpieza, para restablecer y equilibrar el pH de la piel, dejándola preparada para la aplicación del resto de productos.
3. Tratamientos específicos: este es el paso dónde aplicarás los serums o cremas con ingredientes activos, como Vitamina C, Niacinamida, retinol, ácido hialurónico, ácido salicílico, glicólico, entre otros; para tratar el problema de la piel que quieras solventar.
Este paso se aplica mañana o noche, dependiendo del ingrediente activo a utilizar. Por ejemplo, por la mañana aplicaríamos Vitamina C para dar luminosidad a la piel y por la noche aplicaríamos retinol para el envejecimiento o ácido salicílico para tratar los brotes de acné.
4. Hidratación: utilizar una crema hidratante después, adecuada a tu tipo de piel, ayuda a mantenerla suave y nutrida. La hidratación se aplica mañana y noche.
5. Protección solar: es uno de los pasos más importantes en la rutina para evitar problemas en la piel, ya que un protector solar con un SPF adecuado te protege del daño oxidativo, causado por la radiación UV, y ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro.
El protector solar se aplica como último paso en tu rutina de mañana.
Por último, te recomendamos que exfolies tu piel una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y mejorar la renovación celular. Además, puedes utilizar mascarillas faciales según tus necesidades específicas.
Si te ha quedado alguna duda, puedes contactar con nosotr@s y te aconsejaremos que producto iría mejor según tus necesidades.